Después de año y medio, me despido del colegio San Prudencio. Me marcho satisfecho por haber ayudado a que el equipo haya jugado dos años consecutivos la fase de ascenso a 1a División, esta última en "casa". A pesar de todos los problemas que el equipo ha tenido desde principio de temporada en forma de número de jugadores, lesiones y bajas (incluso del que escribe), ... estos jugadores han sabido sobreponerse a todos estas circunstancias. La espinita que se nos queda este año es no haber podido competir en la semifinal de ascenso contra Ointxe, equipo que finalmente ha ascendido.
Quiero agradecer a Mikel la total confianza que me ha mostrado en todo momento. Trabajar así ayuda a que las cosas salgan bien. También a Álvaro Salinero "engañarme" para ayudarle allá por diciembre de 2017. A Carlos y Jairo por darme el contrapunto y asumir la responsabilidad durante mi ausencia, qué trabajazo os habeis pegado!!. Y no me olvido de ninguno de los jugadores, por el respeto que han mostrado en la cancha ante todo lo que se ha trabajado, gracias por hacerme mejorar cada semana.
Ha llegado el momento de darse un respiro y tomar aire. El comprimiso que exige llevar un equipo (sea la categoría que sea, y en mi caso son 3) es muy alto, y es imposible poder asumirlo la próxima temporada. Desear al colegio San Prudencio la mayor de las suertes en el futuro, seguro que a la tercera va la vencida, y el año que viene se consigue el ascenso.